La dinastía Nehru-Gandhi
 

JAWAHARLAL NEHRU (1889-1964)

Con 16 años Nehru viajó desde su Allahabad natal a Gran Bretaña a estudiar Derecho, el mismo país contra quien lucharía más tarde. Se convertiría en un férreo defensor de la independencia de la India, por lo que sería detenido en múltiples ocasiones por los británicos.

Pero cumplió su sueño al convertirse en primer ministro de su país -el primero tras su independencia-, desde 1947 hasta su muerte en 1964

Antes de ocupar este puesto, había sido presidente del Partido del Congreso, dirigido por el Mahatma Gandhi, en dos mandatos diferentes, sustituyendo al líder en 1942. A pesar de no compartir todas sus ideas especialmente en su política de resistencia pasiva, le siguió en sus grandes luchas contra la dominación británica.

 

INDIRA GANDHI (1917-1984)

Hija única de Nehru, pocas mujeres en la India adquirieron la cultura y la educación de esta mujer, cuyas ideas liberales y capacidad organizativa le hicieron conseguir la modernización política y económica de su país.

Con sólo 21 años se afilió al Partido del Congreso y ya participaba en el movimiento de independencia de la India. Casada con el abogado parsi Feroze Gandhi desde 1942, su labor política continuó activa en el gobierno de su padre, de quien fue asesora para problemas nacionales, miembro del órgano ejecutivo del Partido -presidiéndolo en 1959- y coordinadora de la actividad de defensa civil en la guerra de fronteras entre China y su país.

Dos años después de la muerte de Nehru, pasó a ser la primera mujer en convertirse en primera ministra en su país, manteniéndose en él hasta 1977.

Al final de este mandato declaró el Estado de Emergencia Nacional tras ser acusada de una infracción menor en las elecciones de 1971. También fomentó una política de control de la natalidad que incluía programas de esterilización y encarceló a sus opositores. Volvería al poder en 1980, y se mantendría en él hasta su asesinato en 1984 a manos de miembros de la religión sij. Siempre había confiado en su hijo menor Sanjay para que la sucediera, pero tras la muerte de este en un accidente de aviación comenzó a formar a su hijo mayor Rajiv, quien ocuparía su lugar.

 

RAJIVARATINA GANDHI (1944-1991)

El destino de Rajiv parecía estar marcado desde su nacimiento, a pesar de que en un principio rehusó dedicarse a la política como su madre y su abuelo. Comenzó a trabajar como piloto, ya que su hermano menor Sanjay era el heredero político de la familia, pero el fallecimiento de éste le obligó a dedicarse a lo que había sido el centro de la vida de su familia. Comenzó con un escaño en el Parlamento en 1980, pero llegó a ser la figura política más poderosa del país después de su madre, a la que sucedió tras su muerte, convirtiéndose también en presidente del Partido del Congreso.

Tras ganar las elecciones comenzaron las promesas. Distintas reformas sociales y solución para los problemas étnicos. Pero al final de su mandato, en 1989, poco se había cumplido. A ello se sumaron las acusaciones a su administración de corrupción, su falta de credibilidad y la opinión generalizada de su ineptitud en cuestiones de política exterior. En las elecciones de este año tuvo que dimitir tras no obtener mayoría absoluta.

Volvió a probar suerte en 1991, pero correría la misma suerte de su madre. Fue asesinado en un atentado por la guerrilla tamil.

 

SONIA GANDHI (1946)

Viuda de Ranjiv Gandhi y nacida en Turín, se ha convertido en heredera política de la familia Nehru-Gandhi. Encabeza, casi contra su voluntad, hace seis años un partido que –sumido en una profunda crisis- le reclamó su liderazgo para volver a la lucha por el poder que ahora regresa a sus manos. Conoció a Rajiv cuando estudiaba idiomas en Cambridge, en 1965, y tres años después se casaría con él.

Se convirtió en el apoyo político de su marido cuando pasó a ser primer ministro, pese a que temía que fuese asesinado. En aquel momento nadie podía imaginarse que sus miedos tenían fundamento. Tras el asesinato de Rajiv, se apartó de la política para dedicarse a sus hijos, Priyanka y Rahul. Desde su entrada en la política, Sonia ha sido uno de los principales objetivos de los ataques de los nacionalistas hindúes, que la han considerado siempre una "extranjera" y se han opuesto a que pueda ocupar altos cargos del Estado.

Gracias al trabajo de su campaña -dirigida sobre todo a los pobres-, el apoyo de la mayoría de la población la ha llevado a superar unas previsiones desoladoras y consiguió vencer en las elecciones celebradas en mayo del 2004,  pero renunció a convertirse en la nueva primera ministra india:  "No tengo hambre de poder", dijo y  apoyó a Manmohan Singh para el cargo.