Reseña © María Dubón. Noviembre 2017

©Pilar Aguarón Ezpeleta.La vida que vendrá, novela de la escritora Pilar Aguarón Ezpeleta, es una historia circular. La trama se inicia en una churrería, La Poliana, un local pequeño con cuatro mesas y una peculiaridad que ha añadido la dueña: unos anaqueles con libros y unos sillones de lectura que nadie ha usado nunca. La propietaria, Irina, una bielorrusa que acaba de salir de la cárcel donde cumplía condena por asesinar a su marido, regresa al pueblo y se instala a 200 metros de donde todavía vive su familia política.

Poco a poco, a través de los distintos personajes, vamos conociendo los hechos que conmocionaron al pequeño pueblo de Villalón. Descubrimos la personalidad del finado: Julio. Un tipo peculiar: tahúr, putero, vago y vivalavirgen, que encontró la muerte en su noche de bodas.

La narración se conforma desde la perspectiva que aporta cada uno de los personajes. Entre todos componen un argumento poliédrico y pleno de matices.

No es hasta los últimos párrafos de la novela cuando el lector ata todos los cabos, conoce la causa del asesinato y comprende las razones de Irina. Entonces podemos comprenderla y exculparla.

Pilar Aguarón ha elaborado una novela amena, con buen ritmo narrativo, con la tensión justa y bien dosificada hasta un desenlace sorpresivo que se desea desde la primera página. Los personajes son gente sencilla y cercana, con la que no cuesta identificarse, porque la autora ha sabido inyectarles humanidad y realismo.

La vida que vendrá se lee con facilidad y se disfruta porque la trama va ensamblando piezas que construyen el poliedro complejo que es la vida.