Galería de arte
Desde los veintidós años me he dedicado a pintar emociones a través de miradas y paisajes sin sombra y sin gente. Para mí pintar no es un divertimento, me desgarro en cada pincelada. Reconozco que esos rostros femeninos que nos miran desde el lienzo no están hechos para complacer, no son meras obras decorativas. Son miradas que unas veces intimidan y otras sobrecogen, pero yo no quiero pintar de otra manera.